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Laura Yanes habla sobre Toulouse: «Lo que pasó no es lo que dijeron mis compañeros de piso»

Cuatro años después de lo ocurrido con Toulouse conocemos la versión de Laura Yanes, quien sigue recibiendo críticas e insultos.

Hay errores que sirven para aprender y errores que, por más que pasa el tiempo, quedan enquistados en la memoria colectiva. Más aún en el caso de los influencers, para quienes el paso de los años parece no ser suficiente para dejarlos atrás. Y es que, a día de hoy, a Laura Yanes le siguen lloviendo insultos. Los que más se repiten: maltratadora y mentirosa… entre otras «lindezas» que pueden encontrarse en Internet.

«No todo es lo que se ve en redes. Lo que pasó no es lo que dijeron mis excompañeros de piso»

 

La versión de Laura Yanes sobre Toulouse

Aunque no le gusta hablar del tema y prometió no volver a publicar un vídeo explicando su versión, Laura reconoce sus errores. «Me acababa de mudar a Madrid, no tenía los recursos económicos adecuados en ese momento para adoptar a un gato», explica. Aunque tampoco pensaba que fuera a pasar algo grave que le impidiera poder hacerse cargo de los costes. «Pequé de niñata, porque tenía 20 años», admite, «era la primera vez que tenía una mascota, no sabía que algo así podía pasar y fue una irresponsabilidad por mi parte, lo se». Sin embargo, cuando vio en Milanuncios que «ese gato se iba a quedar en la calle» (la familia que lo tenía alegaba problemas de alergia), no lo pensó y decidió ir a por él. Así comenzó una breve pero intensa historia con un gato que acabaría acaparando toda la atención, meses después, en las redes sociales. Pero «no todo es lo que se ve en redes. Lo que pasó no es lo que dijeron mis excompañeros de piso«, explica.

Aunque le sigue costando mucho hablar del tema, se mantiene firme cuando asegura que, antes de tener a Toulouse, previamente había acordado con sus compañeros de piso que entre todos iban a cuidar de él. «No quería adoptar a un gato para que estuviese en mi cuarto solo, quería que viviese en la casa, que todos pudiésemos cuidar de él. Lo que pasa es que, al tiempo, se cansaron». Fue entonces cuando los típicos problemas de convivencia que se dan en cualquier piso compartido se juntaron con las responsabilidades de tener un animal en casa. Y así, poco a poco, la relación se fue deteriorando, sobre todo con uno de sus compañeros que, según la versión de Laura Yanes, fue el mismo que dio el ultimátum para que el gato se fuera de casa.

Pero «esto no es algo que yo iba a contar en redes», asegura. Por ello, cuando subió el famoso video (ahora borrado), donde explicaba lo ocurrido con Toulouse, no quería «entrar en detalles» ni contar «toda la mierda que hay detrás» para evitar que el tema explotara, cosa que finalmente ocurrió. Su intención era que dejasen de preguntarle por un tema tan delicado. Sin embargo, más de cuatro años después desde ese día en el que Toulouse cayera por la ventana, el tema se reactivó, tanto en redes sociales como en algunos foros como Cotilleando, desde donde se utiliza lo ocurrido con el animal como arma arrojadiza contra ella para intentar hundir su colaboraciones y acuerdos con las marcas., como muestras algunas capturas que veremos más adelante.

Gatos y ventanas, un problema actual

A día de hoy, muchos de los que conviven con gatos desconocen los peligros que conllevan dejar a un felino cerca de cualquier ventana o terraza abierta, sin protección. Cualquier descuido puede hacer que el gato resbale o pierda el equilibrio y se caiga. Una caída que puede costar la vida al animal o, si tiene suerte, padecer el «síndrome del gato paracaidista», como se le llama al conjunto de síntomas que presentan los gatos que caen de las ventanas. Eso fue lo que le ocurrió a Toulouse, como lamenta Laura: «Eso también fue un error mío y lo he admitido siempre».

Y así, un problema que comenzó por una ventana abierta, se agravó por las dificultades económicas: «en ese momento no tenía dinero pero hice todo lo posible para conseguirlo: vendí mi reloj, vendí el móvil…» Sabía que el dinero lo tendría, ya que en Youtube tenía ingresos pendientes por cobrar.  Mientras, Laura se encontraba siguiendo las recomendaciones del veterinario, quien insistió en que primero «había que resolver el neumotórax durante cuatro o cinco días con la medicación que nos dio para poder operarle». Esa medicación consistía en: Metacam (conocido como el ibuprofeno de los gatos), Buprex (para el tratamiento del dolor) y Synulox (un antibiótico). Hasta que esto no se resolviera no se le podía poner una anestesia, como muestra la captura del informe veterinario facilitado por Laura. Un informe que ya vimos por encima hace más de tres años en ese famoso video borrado que abrió la caja de pandora.

Captura del informe veterinario de Toulouse

La captura del informe veterinario corrobora esa parte de la versión de Laura Yanes

La ampliación del informe veterinario sobre Toulouse

Ampliación del informe veterinario

Sin embargo, dos días después de la caída del animal, se fue para no volver. Sus compañeros, alegando que Laura parecía no estar haciéndose cargo del asunto, lo llevaron a una protectora. ¿Sentían que Laura no estaba actuando como esperaban de ella dada la situación? ¿Estaban realmente preocupados por el gato o aprovecharon la situación para deshacerse de él? Laura asegura que cuando subió el vídeo pensaba que Toulouse había sido realmente adoptado (era lo que le había dicho el compañero) y no quiso saber más del asunto. Sus compañeros habían conseguido lo que querían y ella se dedicó a buscar una nueva habitación en otro lugar.

Eso sí, recalca que «jamás» había pensado en abandonarle. De hecho, asegura que cuando le dijeron que Toulouse tenía que irse, ya estaba mirando pisos. «Pero claro no tenía dinero», se lamenta. Además, con una operación pendiente de realizar a Toulouse, tampoco podía permitirse pagar una nueva habitación junto con su correspondiente fianza. Así que se conformó con lo que había y se centró en darle a Toulouse su medicación mientras seguía «buscando la mejor solución para poder operarle», como por ejemplo un veterinario que le permitiese pagar la operación a plazos, que no encontró. Le pareció ridículo que todos a los que había consultado le dijesen lo mismo: si no les pagaba en el momento no le podrían operar. Le pareció «indignante». Aunque nada de eso importó ya que, tan solo dos días después, cuando aún no había terminado el tratamiento del veterinario de urgencia, uno de sus compañeros de piso le dijo que había encontrado una protectora donde le operaban «por 200 euros en lugar de 700», pero se lo tenía «que llevar ya». Aunque ahora reconoce que «se lo llevó de una forma muy extraña», la youtuber admite que ahí estuvo su tercer error: «hice mal dejando que se lo llevase, pero estaba en shock (lo que explicaría algunos de los comportamientos que sus compañeros relataron en las famosas cartas, como coger el ascensor en lugar de bajar corriendo las escaleras cuando Toulouse cayó), era una niña, sin dinero, no sabía que hacer», por lo que en ese momento pensó que la solución que le ofrecía su compañero era la mejor opción.

«No me querían dar el nombre de la protectora porque obviamente no querían que recuperase a Toulouse».

No tardaría en descubrir que se equivocaba. Según la versión de Laura Yanes, cuando el compañero regresó, ya sin Toulouse, fue cuando éste le confesó todo lo que le había contado a la protectora: «que no quería hacerme cargo del animal, que le iba a dejar morir y que lo quería sacrificar». Asegura que ni siquiera sabía el nombre del lugar donde se encontraba el animal: «no me querían dar el nombre de la protectora porque obviamente no querían que recuperase a Toulouse». Además, era consciente que en el propio refugio, después de la versión que dada por sus compañeros, difícilmente la iban a creer. ¿Cómo podía demostrar que era su mascota cuando no tenía chip? Aunque ahora se arrepiente, se explica: «cuando lo llevé a castrar, le pregunté al veterinario si hacía falta ponerle chip y me dijo que si no le sacaba de casa no hacía falta. Entonces no se lo puse». Y es que, de haber tenido el animal su identificación, la protectora habría tenido que contactar con Laura para pedir la cesión del animal, por lo que al menos habría podido conocer su versión. Por eso, para ella es normal que la versión de la protectora coincidiera con la de sus excompañeros. Al fin y al cabo, era la única que tenían.

Efectivamente, hace cuatro años, a los dos días de la caída de Toulouse por la ventana, apareció su caso publicado en la asociación AXLA. Surge entonces la pregunta de por qué acabó allí un animal que tenía pendiente de resolver un problema de neumotórax antes de operarse. Según el portal médico Mayo Clinic, un problema de neumotórax «se produce cuando el aire se filtra dentro del espacio que se encuentra entre los pulmones y la pared torácica«. Haberle operado las lesiones de la caída estando en ese estado habría sido muy peligroso. Entonces, ¿por qué acabó a los dos días en una protectora? ¿Estaban preocupados los compañeros de verdad o aprovecharon la situación para deshacerse del animal?

A lo mejor yo no era lo suficientemente responsable como para tenerle.

Al final, Laura pagó la operación de Toulouse. Y recalca que no quería omitir sus responsabilidades, simplemente «estaba en un estado de shock, no sabía ni que hacer y estaba sola en Madrid» con unos compañeros con los que no acabó precisamente bien.

Aproximadamente una semana después, el compañero que llevó a Toulouse a la protectora le dijo que había sido adoptado. Ahora, que sabe que esto no fue así, tiene claro que lo hizo «para que dejase de preguntar, porque yo todos los días preguntaba por él». Así que cuando le dieron la noticia, al menos se alegró por el animal: «a lo mejor yo no era lo suficientemente responsable como para tenerle, así que me alegro de que esté con una familia y de que esté bien. Por eso en el video dije que ya había sido adoptado, porque era lo que yo creía».

«Tenía una pequeña esperanza de poder recuperarle».

Con voz temblorosa mientras habla, reconoce que cuando descubrió que Toulouse aun seguía en adopción, casi un año después de aquello, se le «cayó el mundo». Así que decidió contactar con la protectora de animales, de la cual pudo saber el nombre gracias a la difusión en redes sociales. No recuerda el tiempo exacto que estuvo intercambiando emails con la protectora, y aunque no le sirvió para recuperar al animal, admite que entiende su postura. Al fin y al cabo, durante casi un año solo conocieron la versión de sus compañeros. «Me pongo en el lugar de la protectora, cuyo único objetivo es ayudar a los animales» y la comprende. Aunque reconoce que lo pasó muy mal, porque «tenía una pequeña esperanza de poder recuperarle»

El resto de la historia ya la conocemos. Se desató un auténtico terremoto tanto en los foros como en redes sociales bajo hashtags como #Laurayanesmentirosa. Pero, más allá del tsunami inicial, ¿ha habido alguna consecuencia más?

Consecuencias: Toulouse utilizado como arma arrojadiza contra Laura Yanes

Cuatro años después desde la noche que Toulouse cayó por la ventana, Laura Yanes continua recibiendo ataques desde algunos foros, desde donde han llegado incluso a tumbarle algunas de las colaboraciones con marcas que consigue. Admite que, lo peor de todo, es que podría hacer mucho más por los animales de lo que hace, pero cada vez que lo ha intentado, siempre hay alguien dispuesto a contactar con quienes ayuda para «avisarles» de que Laura no es el mejor ejemplo para los animales.

Aun así, asegura que «ahora que gracias a Dios si me lo puedo permitir, he contratado un bufete de abogados y estamos tomando cartas en el asunto» Y es que para Laura, «son cosas muy fuertes las que están haciendo». Algo que va más allá de que la puedan criticar o no en los foros de cotilleo, pues según las propias palabras de Yanes,  están intentando hundirle la vida a través de las colaboraciones que obtiene con las marcas.  Tiene claro que «hasta que no me hundan en la miseria no van a parar, aunque se dejen la vida en ello».

El boicot a Laura Yanes

Algunas de las capturas proporcionadas por Laura Yanes demuestran que, a veces, hay una línea muy fina entre criticar a alguien y querer joderla:

Eso sí, aunque el tema parecía estar mas o menos tranquilo, la llama volvió a encenderse cuando una cuenta de Instagram decidió compartir algunas capturas del post publicado en este blog hace más de tres años. Laura explica que, al hablar con la chica y ella decidir borrarlo fue el momento en el que todo estalló, una vez más, pues muchos pensaron que Yanes había amenazado o sobornado a la chica. «Se piensan que voy sobornando a todo el mundo», argumenta. Lo preocupante para ella es que «van de amantes de los animales y lo que están haciendo es todo lo contrario». Al fin y al cabo, aunque fuera real lo que se dice de ella, quizás habría que dejar de lado cualquier posible odio hacia ella e intentar volcarnos en quienes mas lo necesitan. Al fin y al cabo, como ya comenté hace tres años: el mundo está repleto de «Toulouses» que están esperando una oportunidad, mientras protectoras y particulares no dan a basto con tanto abandono. Un problema que se ha agravado por la situación actual provocada por la crisis del coronavirus.

Se trata de una actitud que no solo va contra Laura sino que acaba con cualquier posibilidad de ayudar. Si cada vez que ella comparte en Instagram algún caso que necesite ayuda ocurre esto, no solo «joden» a Laura, sino también a esos animales que podrían tener más visibilidad.

«Van de amantes de los animales y lo que están haciendo es todo lo contrario»

Reconoce que ha llegado a perder contratos con algunas de las marcas que colaboraban con ella, sobre todo las más relacionadas con los animales. También perdió la oportunidad de hacer de casa de acogida, una ayuda muy necesaria que siempre escasea. El arma arrojadiza, el artículo sobre lo ocurrido con Toulouse que escribí hace más de tres años. Un puzle incompleto que ahora, con la versión de Laura Yanes, tenemos todas las piezas.

¿Dónde está Toulousse ahora?

Vamos a lo importante. ¿Dónde está Toulouse ahora? ¿sigue el la protectora o ha encontrado un hogar? Por lo que hemos podido averiguar parece que, finalmente, el pequeño Toulouse consiguió ser adoptado tras pasar más de un año viviendo en un refugio de animales.

La versión de Laura Yanes: Faraón (antes Toulouse) adoptado

Según la actualización de AXLA, parece ser que Toulouse finalmente fue adoptado

Por su parte, Laura sabe que muchos no la creerán ni aunque tuviese pruebas que respaldaran su versión. Aunque hubiese tenido «una cámara oculta que hubiera grabado todo eso y lo hubiera publicado», la gente del foro donde tanto la critican seguirían sin creerla. «. Quizá por ello no ha querido hablar hasta ahora, cuando continua viviendo las consecuencias de un suceso que, por mucho que queramos, nunca podremos conocer al 100%. Dos versiones de una misma historia que coinciden en algunos puntos y se alejan en otros. Lo que si sabemos, al menos, es que lo que ha sido de Toulouse. Un gato que sobrevivió a la caída, pudo operarse y acabó bajo la tutela de una protectora hasta que encontró por fin un hogar.

Aclaraciones sobre el caso de Toulouse

  1. No hay constancia de que el gato fuera abandonado en una protectora por Laura. Según las informaciones disponibles, fueron los compañeros de piso quienes lo llevaron allí.
  2. Afirmar que Laura Yanes es maltratadora de animales por lo que pasó con el gato es, a mi juicio, muy peligroso. Lo ocurrido con Toulouse no fue consecuencia del maltrato, sino de la negligencia, probablemente por desconocimiento, de lo que ocurre con gatos y ventanas. Cualquiera puede darse un paseo por Instagram y comprobar la gran cantidad de gatos que aún viven en hogares sin ningún tipo protección en las ventanas o terrazas.
  3. Puedo entender la repercusión que todo esto tuvo en su día, donde yo misma manifesté mi indignación. Lo que no puedo entender es que, cuatro años después, se utilice al pobre gato como arma arrojadiza contra otra persona. Las capturas facilitadas por Laura dejan entrever una especie de «deseo de venganza» por parte de algunas usuarias del foro Cotilleando, que utilizan el caso de Toulouse para intentar hundirla. Y aunque no se trata de algo generalizado, si puede terminar ensuciando la imagen del foro.
  4. Yanes reconoce que no se atreve a publicar ningún video sobre todo esto porque teme las consecuencias. Y no sabe que hacer para hacer que todo esto pare. Por ello, cuando contactó conmigo, vi a una chica cansada que no sabe qué hacer para que cese el acoso.

En Cotilleando no todos se muestran a favor del boicot a Laura Yanes

Para mi, uno de los mayores errores de Laura fue no haber contado desde el principio lo que estaba pasando para evitar posibles críticas. Unas críticas que probablemente hubieran sido mucho más suaves. Y es que, cuando se intenta ocultar algo, todo empeora al salir a la luz.

Para finalizar,  vuelvo a recalcar que el caso de Toulousse no es un hecho aislado.  Y a todo aquel que piense lo contrario, le invito a trabajar mano a mano con protectoras o a hablar con cualquier persona que se dedique a rescatar animales de la calle como Isabel, una mujer que dedica sus esfuerzos a alimentar y rescatar gatos callejeros sin la ayuda de nadie. Alguien de gran corazón que salvó la vida a Dobby, una de mis mascotas, y que recientemente acaba de rescatar a Roy, un gato con collar rojo que vagaba por las calles y nadie ha reclamado. Quien quiera ayudar, su caso se ha publicado en Facebook y hemos abierto un grupo de madrinas para seguir su caso y contribuir con los gastos del pequeño (principalmente, la residencia de animales donde se encuentra; cuando pase la cuarentena tocará, test, vacunas y castración).

Roy, el gato del collar rojo

Roy, uno de los miles de animales perdidos o abandonados cada año en las calles

Próximamente hablaremos con algunas de estas personas, que nos contarán su experiencia alimentando y rescatando gatos callejeros, una problemática muy invisibilizada. Dejemos de repartir odio y ayudemos a todos esos «Toulouses» que hay vagando por las calles. Y es que, después de todo, más aun en este año tan complicado que estamos viviendo, deberíamos dejar todo lo malo a un lado y avanzar para mejorar las cosas. Toulouse ahora vive en un hogar y ya habrá olvidado todo.

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